Ir al supermercado es prácticamente inevitable una vez por semana pero seguro que podríamos ir las mismas veces y gastar la mitad de dinero. Solo hay que tener claras varias cosas antes de ir a comprar.
1. Planifica un menu diario. Así sabes que tienes que comprar y que no. Sin comprar alimentos innecesarios que se te puedan poner malos y tenerlos que tirar a la basura.
2. Haz siempre una lista de la compra y ¡siguela a raja tabla! si no, acabarás metiendo en el carro más cosas de las que realmente necesitas.
3. Una vez en el supermercado busca las ofertas y los alimentos más baratos. Muchas veces vale la pena comprar en varios establecimientos para escoger las mejores ofertas.
4. Cuando planifiques tus menus, trata que sean recetas baratas. Esto no quiere decir que te prives de nada ni que sean malas. Hay muchas recetas con ingredientes baratos que pueden salir riquísimas.
5. Aprovecha las sobras para hacer nuevas recetas, congelarlas y comer otro dia. Muchas veces la comida del dia anterior está más buena.
6. Controla los hábitos compulsivos que puedas tener con la comida y raciona.
7. Lleva una contabilidad de los gastos. Es la única manera de saber lo que ahorras y lo que no.